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Calvina, the young battered wife of Duane, is in desperate need of a new start in life. Will her jealous husband, the mad man with whom she had been unequally yoked, prove too much to ever hope for a chance of staying together--a chance to fix her troubled marriage?
We encourage you to read the two main character profiles before reading the first chapter. We can be so wrong in the strong initial opinions we form of people, which we see in The Beauty Of Staying Together (originally published under the title: Detour), a story based on true events.Lo que leemos en la Biblia tiene que ver con todos los seres humanos, sean cristianos o judíos, ateos o agnósticos, budistas, musulmanes o adherentes a alguna de las filosofías o nuevas religiones que surgen en el mundo. ¿Por qué? Ver mayor información sobre este interesante libro.
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Si creemos lo que leemos en la Biblia tendríamos que saber lo que la Palabra de Dios nos dice acerca de si son reales o no las maldiciones. Génesis 3:14, 18 dice: “Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida…Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.”
Lo primero que impacta a muchos, incluyendo a muchos cristianos, es saber que Dios puede maldecir a cosas y personas, y que lo hace. En el pasaje que acabamos de leer la maldición de Dios fue sobre la serpiente y la tierra. Antes de que Adán y Eva pecaran la tierra no producía espinos y cardos. Los espinos y cardos son resultado de una maldición que Dios pronunció. ¿Cómo podríamos decir que las maldiciones no son reales? ¿Cómo podríamos pensar que son solamente una superstición? ¿No produce espinos y cardos la tierra? Por supuesto que sí.
Los científicos han descubierto que la pitón y otras serpientes tienen un gen para desarrollar miembros. Pero sabemos que no tienen miembros. ¿Por qué es esto? Si tienen el gen para desarrollarlos ¿por qué no les crecen? A la luz de la maldición que acabamos de leer no podemos llamarlo superstición, ni negar el hecho. Además, debiera resultar extraño que en toda cultura sobre la tierra hay antiguas historias sobre dragones. En el sentido más básico de la palabra los dragones son “víboras” o “serpientes” con patas, capaces de caminar.
En el capítulo 27 de Deuteronomio, comenzando en el versículo 9, leemos una larga lista de maldiciones que resultan de la desobediencia. Y leemos en Génesis que Noé maldijo a su nieto. De modo que no podemos negar que la Biblia nos habla con toda claridad de las maldiciones, y maldiciones reales. Todo lo que Dios hace es real. Según el libro de Génesis Dios es el Autor de la primera maldición. Pero también son reales las maldiciones satánicas.
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