El peligro de creer en las maldiciones generacionales
En el libro de Éxodo del Antiguo Testamento, capítulo 20, verso 5, Dios habla de visitar las iniquidades de los padres a sus descendientes hasta la tercera y cuarta generación. Nuevamente en el Antiguo Testamento, en el libro de Daniel 9:11, el profeta habla de las maldiciones que han venido a todo Israel por haberse alejado de la ley de Dios. En los primeros diecinueve versos de este capítulo se encuentra la confesión de los pecados de Daniel y de sus padres. Finalmente en Levítico 26:40-42 presenta a Dios pidiéndole a Israel la confesión de los pecados de sus ancestros y de ellos mismos. Estas escrituras se encuentran entre las que son mal utilizadas por los maestros en la doctrina de maldiciones "generacionales" heredadas por los padres entre cristianos. En un intento para tener un sello de aprobación del Nuevo Testamento en esta posición, la escritura en Mateo 5:17 es referida cuando Jesús dijo que él no venía a destruir la ley ni los profetas, sino a cumplirla.
Muchos creen que las enseñanzas del Antiguo Testamento en lo que llaman maldiciones generacionales y heredadas son aplicables a las personas que viven hoy día, incluyendo creyentes. La verdad es que la teología de las maldiciones, vista de cerca, no fue consistente para la vida en el Antiguo Testamento, mucho menos en el Nuevo.
¿Malditos por Adán y Eva?
Algunos cristianos generacionales continuamente se rebelan contra la ley de Dios y traen maldiciones a su vida y las vidas de sus descendientes, inclusive a esos que aceptan el cristianismo. Para poder romper estas maldiciones "heredadas", los desafortunados descendientes deben arrepentirse por las iniquidades de sus antepasados así como de las suyas, o permanecer malditos.
¿Quién en el mundo, incluyendo un verdadero cristiano, no es un descendiente de Adán y Eva, quienes transgredieron la ley de Dios? Ellos tenían una simple regla que seguir que era no comer de la fruta prohibida del árbol del conocimiento del bien y el mal, pero desobedecieron. Adán y Eva tenían que morir. Dios maldijo el suelo para que produjera espinas. Los descendientes de Eva venían bajo la maldición de parir con dolor. La serpiente fue maldita y obligada a arrastrarse en su pecho y ser odiada por los hombres. Peor aún, la naturaleza pecaminosa fue realmente heredada por los hijos de Adán y Eva extendiéndose a toda la humanidad. (RV1960, Génesis, capítulo 3)
La tierra todavía produce tormentos, las mujeres todavía deben dar a luz con dolor, la serpiente todavía se arrastra en su barriga y es odiada, el hombre es nacido con su naturaleza pecaminosa. ¿Darán testimonios estos detalles a la realidad de maldiciones generacionales hasta en los cristianos? No, porque las maldiciones que se mencionan en Génesis no son como ninguna otra. Son permanentes mientras el mundo exista. No hay mención bíblica de que Dios las retirara inclusive para sus siervos, que deben morir, quienes experimentan nacimientos dolorosos, quienes pelean contra tormentos en la tierra y que no pueden cambiar la forma física o querer a la serpiente. Otras maldiciones que ocurren en la Biblia, sin embargo, pueden ser y son rotas por la persona de Dios. La maldición de Génesis es una categoría propia. En ninguna parte de las escrituras son revertidas. Permanecen hasta en medio de las bendiciones. Un hombre no puede prevenir la muerte, la cual la Biblia llama el último enemigo del hombre, el cual Jesús va a destruir en la resurrección, no en el mundo presente (Hebreos 9:27, 1 Corintios 15:26). ¿Porque las maldiciones que no pueden ser rotas en el mundo presente se comparan con maldiciones que Dios hace y son rotas por la fe en su Hijo, estas pueden durar por años?
Maldiciones heredadas, Una examinación mas cercana
Desde el tiempo de la caída de Adán y Eva, todas las familias de la tierra han cometido repetidas abominaciones ante los ojos de Dios. ¿Que cristiano o no crisitano, puede escapar de estar bajo una maldición? Ahora, vamos a asumir por un momento que la doctrina de la maldición hereditaria, inclusive entre cristianos es aceptada. En esta aceptación temporal, vamos a suponer que estos descendientes malditos se arrepienten de los pecados de todos sus antecesores. Este escenario deja un mínimo de dos preguntas inquietantes. ¿Cuán lejos en la genealogía deben ir esos que se arrepienten? Y qué pasaría si sus ancestros vivos, tales como sus abuelos o bisabuelos, deciden persistir en su rebelión contra Dios? Vendrá la maldición generacional nuevamente sobre sus vidas? Muchos maestros cristianos que han abrazado la teoría de maldición generacional, tratan de dar esperanza enseñando que primero deben arrepentirse de los pecados ancestrales y personales. Después le enseñan que le pidan a Jesús que corte cualquier lazo con maldiciones "generacionales". Sin embargo, estos cristianos no se dan cuenta de que en vez de abrazar totalmente el trabajo final de Cristo, pretenden terminarlo ellos mismos.
¿Serán los patrones de conducta un signo de una maldición generacional?
Debe ser entendido que algunos patrones de comportamiento observados de generación en generación no siempre deben ser definidos como maldiciones. Un aspecto que está en perfecto acuerdo con la palabra de Dios es sobre la verdad del comportamiento adquirido. Es un hecho que muchas personas que fueron abusados desde pequeños, en su momento, abusen de otros. También es un hecho que los padres que obtuvieron un grado universitario son más propensos a criar hijos que lleguen a tener grados universitarios. Si la persona que "aprendió" a abusar, siendo abusado, está bajo una maldición, debemos concluir que el niño que "aprendió" a ir a la universidad está bajo una bendición heredada. Esta razón no tiene sentido.
El comportamiento aprendido, positivo o negativo, no es la misma cosa que una maldición o una bendición. El "tipo" de maldición por el que las personas se preocupan, carece de explicaciones científicas y naturales. Estos son eventos extraños, problemas inexplicables, y persecuciones que plagan a un individuo.
Una pregunta vital en la teología de maldiciones generacionales
Regresando al foco de lo que los cristianos deben entender acerca de la teología de las maldiciones generacionales, una pregunta vital debe ser respondida según las escrituras. ¿Debe el verdadero seguidor de Cristo arrepentirse y recibir perdón por los pecados de sus antepasados como primer paso para romper la "maldición" generacional? El nuevo testamento dice enfáticamente que no. Tal contestación, en ninguna manera, pretende negar el mal hecho por un familiar o antepasados nacionales. Tal respuesta no es para evadir las responsabilidades personales por el pecado, o para provocar una actitud arrogante en contra de Dios de no arrepentirse por los pecados de nuestros antepasados. La respuesta bíblica debe hacernos entender permanente y convincentemente el inmenso poder y suprema autoridad del trabajo del Hijo de Dios sobre nuestras maldiciones.
La humanidad está viviendo bajo la época de la gracia, el Nuevo Testamento, en la sangre de Cristo. Las escrituras expuestas en este artículo iluminan al confundido, confortan al temeroso, da seguridad al dudoso y advierte al rebelde con relación a las bendiciones y maldiciones. Cuando un cristiano creyente en la Biblia se arrepiente por los pecados de sus ancestros como primer paso de romper las maldiciones "generacionales", realmente se está identificando con una familia, generación y nación a la cual ya no pertenece.
En la escritura bíblica de Gálatas 3:26-29, el apóstol Pablo escribe: "pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa." La escritura arriba no puede ser más sencilla en explicar que sí Cristo es uno con Dios. El cristiano creyente ha sido puesto en una genealogía distinta. Ha sido injertado en el linaje fiel de Abraham, un ancestro honrado. La Biblia dice: "Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham." Un individuo quizás no nazca judío en la carne, pero puede descansar literalmente seguro de que el honrado Abraham que vivió hace mucho es su ancestro en los ojos de Dios y que Cristo es su Salvador. El permanece en la nación en la que haya nacido físicamente, pero espiritualmente Dios le dio una nueva nacionalidad, un pueblo nuevo y santo por el cual va a identificar---la Israel espiritual. La escritura dice: "pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu..." (Romanos 2:28-29). En el momento que fue bautizado por Cristo (creyó), fue vestido y cubierto en Cristo. El trabajo de Jesús, en el reino espiritual lo corta del primer Adán (descendiente natural) y así de la "descendencia" de las maldiciones de la desobediencia de un hombre. Las escrituras llaman a los cristianos hijos de Dios. Los hijos son descendientes. El trabajo de Cristo fue tan glorioso que el sacó al hombre condenado de las obligaciones e identificaciones de sus antepasados y le dio al Señor mismo como padre y antepasado. ¿Porque pedirle a Jesús que haga algo que ya hizo? Dios es un Padre y ¿qué es un Padre si no un ancestro? Quizás suene increíble que el Dios de todas las cosas que existen es el padre de los seguidores de Cristo. Sin embargo, esa es su palabra. Pablo escribió que los creyentes sin hechos para ser nuevos herederos a las mismas promesas hechas para bendecir a Abraham, simplemente por su fe en Jesús. Esta es una nueva herencia que reemplaza cualquier maldición (Gálatas 3:26-28).
Esta verdad es vista en acción inclusive en el Antiguo Testamento. Rut pertenecía a la nación de los Moabitas, un pueblo prohibido a entrar a la congregación por el pecado de incesto cometido por su antepasado. Como quiera, Ruth confesó antes de llegar a la tierra del Hijo de Dios y le dijo a su suegra israelita, "Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios." (Rut 1: 16) Luego, Rut se muestra como una del Señor Jesús en Mateo 1:5. Esta mujer de gran fe nunca se muestra arrepintiéndose del vergonzoso pecado de sus antepasados. En cambio adquirió para sí un nuevo pueblo, Israel. Obtuvo una nueva familia cuando se negó a continuar en el paganismo de sus familiares. Obtuvo una nueva tierra cuando dejó su pueblo de Moab para seguir a Noemí de vuelta a Israel. Consiguió un nuevo Dios, cuando lo confesó, le creyó, le siguió y cuando se agarró por completo a Él. Ella es solo uno de muchos ejemplos bíblicos y modernos de los patriarcas de las riquezas de Dios.
Está escrito en Marcos 3:32 que, la gente que estaba sentada alrededor de Él (Jesús) le dijo: Tu madre y tus hermanos están afuera, y te buscan. Y él les respondió, diciendo: ¿Quién es mi madre y mis hermanos? Y mirando á los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y hermanos. Porque cualquiera que hiciere la voluntad de Dios, éste es mi hermano, y mi hermana, y mi madre. El creyente que realmente esté haciendo la voluntad de Dios no se debe preocupar más por una maldición generacional por algo que hayan hecho sus ancestros en rebelión contra Dios. Sus verdaderos hermanos, hermanas y madres son otros sirvientes fieles de Dios. Tiene una nueva familia espiritual, una nueva nación, ancestros nuevos, una nueva herencia. Debe ser frustrante para los hijos de Dios, sus nuevos descendientes adoptados por Cristo, continuar agarrándose a la esclavitud asociada con los antepasados a los cuales ya no pertenecen. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de ADOPCION, por el cual clamamos!Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios (que no es de descendencia pecaminosa) y coherederos con Cristo (no con Satanás)..." (Romanos 8:14-17)
En conclusión, para poner la pregunta de maldiciones generacionales a un fin, falta una última consulta bíblica. Los apóstoles de Jesús le preguntaron que les enseñara a orar. Si necesitaban arrepentirse y ser perdonados por los pecados de sus desobedientes antepasados, porque Jesús dejó fuera una instrucción tan importante? Mateo 6:9-12 dice:"Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos...Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores."Padre nuestro" les recuerda a los cristianos que son hijos descendientes de Dios. "Perdónanos NUESTRAS deudas" instruye a los creyentes que pidan perdón por sus propios pecados. Las instrucciones de la oración no dicen: "perdona nuestras deudas y las de nuestros ancestros." Es cierto que los pecados del padre natural pueden y traen influencias satánicas a nuestras vidas. No hay un remedio real o duradero para tal penumbra fuera de la aceptación incondicional de Cristo Jesús como Señor.
Espiritualmente, tal persona es cortada inmediatamente de su descendiente natural y añadida al linaje de Cristo. Sin embargo el nuevo siervo de Jesús debe tener cuidado que esos eventos poco placenteros, incluyendo lo paranormal, pueden seguir teniendo lugar si no tiene el conocimiento de cómo aplicar la autoridad de Cristo en su situación.
©2008 Heavenly Manna Ministries
Traducción por Jonatán Velex Rosado de Heavenly Manna Ministries
Based on true events, The Third Man by Angela Sheffield, brings the Bible up close and personal as the characters face real issues of life: Betrayal, deceit, romance, bitterness, anger against God, hopelessness, will power, perplexity, triumph, unforgiveness, mental illness, and the "Alcohol made me do it" excuse. Read chapter one FREE now.
Este sitio web y su contenido tienen derechos de autor a nombre de Heavenly Manna - @ Heavenly Manna (HeavenlyManna.net) 2002-2016.
Comments/Comentarios:
Send Comments or a Private Message about One of Our Services / Envíe Comentarios o un Mensaje Privado acerca de nuestros servicios
El envío de comentarios admite un máximo de 10. Superada esa cantidad, el sistema cierra la recepción. NO UTILICE LENGUAJE PROCAZ NI PROFANO. Somos un equipo pequeño. Por favor, tenga paciencia mientras revisamos comentarios. Los mensajes privados acerca de nuestros servicios tienen prioridad.
Return to content (Regresar a contenidos)
, Wikimedia Commons. Multiple crosses image - Wikimedia Commons -