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Was There A Curse On Helen's Romantic Life?
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¿Qué tiene que ver conmigo? por Teófila Gottfried
Lo que leemos en la Biblia tiene que ver con todos los seres humanos, sean cristianos o judíos, ateos o agnósticos, budistas, musulmanes o adherentes a alguna de las filosofías o nuevas religiones que surgen en el mundo. ¿Por qué? Ver mayor información sobre este interesante libro.
Scripture of The Day - St. John 14:6
Jesus saith unto him, I am the way, the truth, and the life: no man cometh unto the Father, but by me.
Escritura del día - San Juan 14,6
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Bibelstelle des Tages - Johannes 14,6
Jesus spricht zu ihm: Ich bin der Weg und die Wahrheit und das Leben; niemand kommt zum Vater, denn durch mich!
La verdad horripilante sobre las meditaciones budistas
Pinchad aquí si preferiríais ver nuestro vídeo sobre el peligro de la meditación budista.
Hay maneras varias de practicar la meditación, así que la pregunta es ¿son todas peligrosas? Y ¿en qué serían peligrosas? Pues, ésas son las preguntas que vamos a responder, y de una manera muy sencilla. Aunque nos centramos en la verdad horripilante de las meditaciones budistas, la información que os vamos a ofrecer aplica a cualquier forma de meditación, ya sea budista (Samatha, Vipassana) u otra.
Y ¿en qué están basadas las respuestas? Pues, en una cosa infalible: Las Escrituras de la Biblia cristiana. Si sois de las que creen que no debemos fiarnos de la Palabra de Dios, os invitamos a pinchar en el enlace al pie de este contenido para leer sobre las pruebas fehacientes de que la Biblia no tiene errores. Es más, debería pareceros increíble que la Bibla aborde temas que ningún otro libro aborda, ya sea científico, "sagrado" o de otro tipo. Ahora vamos a ver la verdad horripilante sobre las meditaciones budistas.
Aumentar el grado de consciencia
Los defensores de las meditaciones budistas pueden deciros que son un poner la mente en blanco. Que se trata de una forma de auto hipnosis. Que es un entrar en una especie de trance, o que es solo una forma de relajación. Quizás os digan que tienen que ver con concentrarnos en una vela, en un mantra, o en la propia respiración. La respiración tiende a ser la opción preferida por ser un acto involuntario, pues, el objeto es transformar lo involuntario en lo voluntario. He ahí el peligro y el gran engaño. ¿Por qué? Porque el objetivo de todas las meditaciones budistas es éste: Hacer que entréis en contacto con seres espirituales. Los que quieren fomentar la práctica de las meditaciones budistas en Occidente suelen ponerlo en estos términos: "El verdadero objetivo de las meditaciones budistas es hacer que surja la visión clara. Es una técnica de autoobservación, y la manera de aumentar el grado de consciencia."
¿Qué tiene que ver el aumentar el grado de consciencia con el mundo de los espíritus?
Fijaos en las palabras "consciencia", "visión clara" y "autoobservación". ¿Para que necesitaríais la visión más clara? ¿Para qué necesitaríais autooberservaros? Y ¿para qué necesitarías aumentar el grado de consciencia? Para ver e interactuar con seres espirituales, cosa que no podéis hacer con vuestro grado de consciencia actual...el grado con el cual nacisteis.
Adán, el primer hombre que Dios creó, podía hablar e interactuar libremente con Dios en el Huerto del Edén. Y era consciente de cosas que no debería haber sabido como pone de manifiesto el hecho de que sabía que Dios le hizo a Eva de una de sus costillas mientras dormía (Génesis 2:22). No leemos que Dios se lo dijo. ¿Cómo lo supo? ¿Cómo llegó a ser consciente de ello?
Ahora bien, Dios es un Espíritu (San Juan 4:24), y Adán era un hombre de carne y hueso (Génesis 2:21-23). ¿Cómo era posible que aquel hombre fuera consciente de lo que había hecho un Espíritu? Es simple. Adán tenía un espíritu también. Tenía la capacidad de percibir e interactuar con el Espíritu de Dios siempre y cuando quisiera hacerlo debido a que podía libremente controlar su propio espíritu. La Biblia nos dice que solo los espíritus pueden discernir lo espiritual. Cuando Adán quería interactuar con lo físico, usaba su cuerpo físico. Cuando quería interactuar con lo espíritual, usaba su espíritu. Eso habla de que tenía un alto grado de consciencia...de autoobservación. Sabía que tenía un espíritu. Sabía que existe el mundo de los espíritus. Adán tenia la visión clara de los dos mundos...el natural y el sobrenatural.
Leemos: "¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él...? (1 Corintios 2:11-14). Esto nos hace saber que los hombres tienen un espíritu. Por lo tanto, decimos que Adán tenía un espíritu. Ahora leamos: "El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura. Y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente." (1 Corintios 2:14). Lo que acabamos de leer nos hace saber que Adán conocía lo que hizo el Espíritu de Dios, porque su propio espíritu estaba en contacto directo con el Espíritu de Dios. Acordaos de que dicen que las meditaciones budistas son "un aumentar el grado de consciencia". Esas meditaciones tienen que ver con "alcanzar discernimiento, visión clara, y autoobservación." Traducción: Las meditaciones budistas tienen como objetivo poneros en contacto con el mundo de los seres espirituales por controlar vuestro espíritu. Esto es la verdad horripilante sobre las meditaciones budistas.
Y ¿qué tiene de malo eso? Es bueno estar en contacto con Dios, ¿no es cierto? Claro que lo es. El problema es que por practicar las meditaciones budistas no entraréis en contacto con el Espíritu de Dios sino más bien con espíritus malos. ¿Cómo lo sabemos? Porque Dios le quitó a los hombres la capacidad de comunicarse libremente con ningún ser espiritual, incluyéndose a sí Mismo. Cuandó Adán pecó en el Huerto del Edén, murió espiritualmente. Y cientos de años más tarde, murió fisicamente tal como Dios había dicho (Génesis 2:17). Es decir, perdió la capacidad de controlar su propio espíritu cuando quería hacerlo. Y toda su descendencia nació sin la capacidad de controlar su propio espíritu cuando quieran hacerlo. ¿Dice eso la Biblia realmente? Sí, lo dice.
La doctora Rebecca Brown nos recuerda la Escritura de Hebreos 4:12 que dice: "La palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos. Y penetra hasta PARTIR EL ALMA Y EL ESPÍRITU..." Ahí lo tenemos. Dios separó el alma--el asiento de vuestros pensamientos--de nuestro espíritu...la parte de nosotros que sí puede ver y comunicarse con los seres esprituales. Y lo que Dios separó, no lo juntemos nosotros mediante las meditaciones budistas. No es ninguna coincidencia que los practicantes de las meditaciones budistas hablen de que "normalmente, nuestra mente se encuentra DIVIDIDA". De lo que tenemos que darnos cuenta es que es exactamente cómo debe ser, porque es la obra de Dios para protegernos. Ahora bien, "la palabra de Dios" es el Verbo. Y el Verbo no se refiere a las palabras impresas de la Bibla, sino más bien a Dios Mismo. Leemos: "En el principio era el Verbo. Y el Verbo era con Dios. Y el Verbo ERA DIOS." (San Juan 1:1).
Sabemos que Adán murió espiritualmente, porque se escondió de la presencia de Dios después de que comió del árbol prohibido (Génesis 3:8). Dios es nuestra vida. Sin Él, estamos muertos espiritualmente aún antes de que moramos físicamente. Si nos escondemos de lo vital para vivir, morimos. Recordad que el árbol de la vida eterna solo existía en el Huerto del Edén. No se encontraba en ningún otro lugar del mundo. Después de que Adán y Eva pecaron, Dios les sacó del Huerto, para que no pudiesen vivir eternamente. (Génesis 3:22). Y Dios llama a lo que será como si ya fuera. Por esto Dios dijo: "El día que comieres de él, ciertamente morirás." (Génesis 2:17). El dáa que Adán comió del árbol prohibido, tuvo que abandonar el Huerto donde estaba ubicado el árbol de la vida eterna. Se dice que murió, porque ciertamente estaba destinado a morir sin acceso a aquel árbol de la vida eterna.
Puesto que ya no podemos ver, ni oír ni interactuar con seres espirituales siempre y cuando queramos hacerlo por falta de una conexión entre nuestra alma y nuestro espíritu, la única manera de recuperar esa capacidad es practicando el ocultismo. Y las meditaciones budistas son del mundo del ocultismo, porque tienen como objetivo deshacer lo que hizo Dios. Tienen como objetivo volver a juntar lo que Dios separó. Y ¿vamos a creer que cuando desobedecemos a Dios que vamos a entrar en contacto con Él? De ninguna manera. Si practicáis las meditaciones budistas, los seres espirituales con quines entraréis en contacto serán espíritus malos...todos. Porque no os corresponde restaurar lo que Dios nos ha quitado.
La única manera de disfrutar con la comunión con el Espíritu de Dios es por venir al arrepentimiento, y por recibir a Jesucristo como vuestro Señor. Leemos: "Y nosotros no hemos recibido al espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido" (1 Corintios 2:12). Por eso Jesús nos dice que Dios es El que nos da el Espíritu Santo...Su Espíritu. Y no recibimos esa bendición practicando las meditaciones budistas ni ninguna forma del ocultismo (Deuteronomio 18:10-12). Es más, el verdadero/a hijo/a de Dios no hace nada más allá de orar y obedecer a la Palabra de Dios para invitarle al Señor a que entre en su corazón, alma y mente. Por eso leemos: "Porque NUNCA la profecía fue traída por VOLUNTAD HUMANA, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo." (2 Pedro 1:21).
La Escritura no dice que los santos eran médiums, ni adivinos, ni que tenían bolas de cristal, ni que meditaban para aumentar su grado de consciencia. La verdad horripilante de las meditaciones budistas es que el objetivo de ellas es poneros en contacto con el mundo satánico de los espíritus malos.
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