La ciencia y la Biblia: Los asombrosos hechos de la Palabra de Dios
Vamos a echar un vistazo a algunas Escrituras que son útiles para mostrar el vínculo entre la ciencia y la Biblia. Nos gusta llamar ese vínculo "los hechos asombrosos de la Biblia."
La Biblia, además de ser un libro de verdades espirituales, es un libro de ciencia. Enseña biología, química, meteorología, física, hidrología, astronomía, psicología, y hasta tecnología. Es un libro de historia y prehistoria. Es un libro de cocina natural. Una receta verdadera de pan aparece en las Escrituras (Ezequiel 4:9). La palabra de Dios enseña sobre la salud mental, la salud física, y mucho más.
¿La ciencia y la Biblia están de acuerdo?
La Escritura de Isaías 40:22 dice, "El (Dios) está sentado sobre el círculo de la tierra..." La palabra hebrea "chuwg" significa circuito, compás (brújula), esférico, de forma arqueada. Esta Escritura nos enseña que nuestro planeta es esférico y se escribió hace más de 2.000 años cuando la gente creía que la tierra era plana.
Esta verdad se enseña en la astronomía, y es uno de muchos vínculos entre la ciencia y la Biblia. El profeta Isaías escribió esta verdad por la inspiración de Dios. No era científico. No tenía telescopio. ¿Cómo era posible que supiera que la tierra no es plana?
Algunos argumentan que Isaías habría creído que la tierra era plana porque la palabra círculo se puede usar en referencia a un planeta plano y uno esférico. En primer lugar, ya sabemos que la palabra hebrea que se usó significa esférico/arqueado. Pero, digamos que sabemos nada de la palabra oríginal. ¿Aún así podemos decir que la Biblia enseña que la tierra es esférica? Sí, podemos.
Cuando Cristo habló acerca de lo que muchos cristianos creen ser el arrebatamiento (rapture), reveló que Él sabía que la tierra es esférica. Leemos: "Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada, y la otra dejada. Dos estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado." (Lucas 17:34-36).
Fijémonos en que Jesús habla de actividades que se hacen de día como lo es moler y trabajar en el campo. Y habla de actividades que se hacen de noche como lo es dormir en una cama. Esto nos dice que Cristo entendía que hay diferentes zonas horarias debido a la forma esférica de la tierra. Si la tierra fuera plana, la luz del sol brillaría por todo el planeta en todo tiempo. No habría lados para bloquear el sol como los hay en el caso de un planeta esférico. No habría noches, sino que sería de día en todo tiempo. Jesús el hombre, que tampoco era científico, sabía que el planeta es esférico.
Más hechos asombrosos de la Biblia
Continuemos nuestro estudio sobre la ciencia y la Biblia al considerar la Escritura de Job 26:7. Dice: "El extiende el norte sobre vacío. Cuelga la tierra sobre nada." ¿Cómo pudo saber Job que la tierra está colgada sobre algo? Y, le llama a ese algo "nada". ¿Qué es nada? Según los astrónomos, es la fuerza invisible de la gravedad sobre la cual nuestro planeta está colgado. Es lo que mantiene la tierra en órbita para que no se aleje de la galaxia y del sol. El sol es la energía que provee luz y mantiene las temperaturas necesarias para conservar la vida de los habitantes de este mundo.
La Biblia sobre las partículas subatómicas
La Escritura de Hebreos es otro ejemplo de la concordancia entre la ciencia y la Biblia. Leemos: "Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve, fue hecho de lo que no se veía." (Hebreos 11:3).
Todas las cosas visibles, incluídas las plantas, gente, y hasta cosas en la tierra están compuestas del átomo que no se ve. La Escritura enseña con exactidud lo que los físicos tuvieron que descubrir.
La ley de conservación de la materia
La primera ley de la termodinámica, también conocida como la ley de la conservación de materia dice que la materia no se puede crear ni se puede destruir. La gente, las plantas y las cosas son materia. Todo es materia. Si congelamos agua, simplemente se convierte en hielo, o sea, agua en otra forma. Si la hervimos, tenemos vapor que es la misma cantidad del agua antes de que la hirviéramos. Otra vez vemos la conexión entre la ciencia y la Biblia al ver la Escritura de Eclesiastés 3:14 que dice: "...Todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres." Dios, no los hombres, es el autor no solamente de las leyes espirituales sino también de las naturales y las científicas.
Los hombres de las cavernas
Se cree que los arqueólogos descubrieron que en la antigüedad la gente vivió en las cavernas. Descubrieron las pinturas y dibujos en las paredes de las cavernas. Pero si hubieran leído Job 30:5-6, habrían sabido que la gente vivía en las cavernas de la tierra. Leemos: "Eran arrojados de entre las gentes...habitaban en las barrancas de los arroyos, en las cavernas de la tierra, y en las rocas."
Las Escrituras sobre la biología
En Levítico 17:11 dice: "Porque la vida de la carne en la sangre está...." Ni la vida de la persona ni la del animal se puede mantener si se pierde demasiada sangre. El oxígeno y los nutrientes son transportados a los tejidos por la corriente sanguínea.
Recordemos que Dios nos prohibió comer sangre. ¿Por qué? En parte porque tanto la vida buena como la nociva están en la sangre. No olvidemos que la bacteria también es una forma de vida. Una de las razones por la cual el Señor mandó que no comiéramos sangre (Lev. 17:10, Hechos 21:25) es porque quiere protegernos contra enfermedades. Lo básico de la verdadera ciencia y la Biblia están de acuerdo.
¿La Biblia enseña la meteorología?
En la Escritura de Eclesiastés 1:6-7 dice: "El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo. Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo."
Esta Escritura describe la circulación del viento y del agua en la tierra con la misma precisión que la describe los meteorológos.
La lista no termina ahí.
Los dinosaurios se describen en el libro de Job del Antiguo Testamento, comenzando en el capítulo 40 y versículo 15, y otra vez en el capítulo 41, versículo 1. Los pasajes de Génesis 22:17 y Jeremías 33:22 nos dicen que las estrellas de los cielos no se pueden enumerar. No existe tecnología que puedan usar los científicos para saber cuantas estrellas hay en el espacio sideral. Las Escrituras de Génesis 1:11-12, 1:21, y 1:25 definen biogénesis que simplemente dice que los seres vivos producen más seres vivos parecidos a ellos.
Los pasajes de Salmo 135:7, Jeremías 10:13, Job 36:27-29, Eclesiastés 1:7, e Isaías 55:10 hablan de hidrología al describir perfectamente la evaporación de agua, precipitación, descargas eléctricas (rayos/relámpagos), y la circulación del agua de la tierra. Estos pasajes son tan específicos que hasta nos dicen claramente que los rios del mundo se vacían en el mar. ¡Esto es ciencia precisa!
Esta lista de las asombrosas enseñanzas correctas que se ofrecen en la Biblia en cada rama de la ciencia, historia, matemáticas, y hasta la filosofía no es más que una pequeña muestra de la sabiduría que nos ofrece Dios. Los partidarios de la evolución están entre los grupos que se han mostrado muy hipócritos respecto del tema de la ciencia y la Bilbia. Afirman que se oponen a la enseñanza del creacionismo científico por ser intrínsecamente religioso, y lo peor, según ellos, es que la Biblia sea científicamente inexacta.
Sin embargo, estos mismos partidarios no se oponen a la enseñanza de la mitología romana, egipcia, y griega. Si la Biblia no es más que un mito cristiano ¿por qué se la considera una amenaza? ¿En qué son científicas las historias mitológicas del antiguo Egipto, y de la antigua Roma y Grecia?
La respuesta está en lo que dice el resto de la Biblia y en lo que dicen los mitos. Los mitos romanos, egipcios, y griegos no mandan obedecer al Dios vivo de Israel. La Biblia no solamente enseña ciencia, también manda a la gente del mundo arrepentirse y creer el evangelio.
La Escritura de 2 Timoteo 3:16-17 dice: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir (reprender), para corregir, para instruir en justicia."
La Biblia enseña que Dios es el Creador de la tierra. Reprende cualquier oposición a la sabiduría de la Palabra de Dios. Corrije la creencia de que no hay vínculo entre la ciencia y la Biblia. E instruye en la justicia de creer que Dios creó el universo y de rechazar la mentira de la teoría de la gran explosión.
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