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The Third Man by Angela Sheffield is based on a true story. Read chapter one now!
Lo que leemos en la Biblia tiene que ver con todos los seres humanos, sean cristianos o judíos, ateos o agnósticos, budistas, musulmanes o adherentes a alguna de las filosofías o nuevas religiones que surgen en el mundo. ¿Por qué? Ver mayor información sobre este interesante libro.
Jesus saith unto him, I am the way, the truth, and the life: no man cometh unto the Father, but by me.
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Jesus spricht zu ihm: Ich bin der Weg und die Wahrheit und das Leben; niemand kommt zum Vater, denn durch mich!
Los seguidores del judaísmo suelen argumentar que el pasaje de las Escrituras de Isaías 7:14 está mal utilizado por los cristianos, en lo que suponen es el intento nuestro por convertir el pasaje en una profecía sobre el nacimiento de Jesús. Se arguye que el término hebreo utilizado en Isaías 7:14 no solo se traduce como “virgen” sino que también es simplemente “doncella”. Por eso los cristianos no pueden probar que la profecía de Isaías hablaba de la madre de Jesús, María, como una virgen sino más bien, simplemente como una joven doncella.
Leemos: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He quí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel” (Isaías 7:14).
Más adelante en el Nuevo Testamento leemos: “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y rebibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luza a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS” (Mateo 1:21-25).
Una vez más: se argumenta que el término hebreo utilizado en Isaías 7:14 no significa solamente “virgen”, sino también “doncella”. Este hecho se ha usado para poner en disputa el nacimiento virgen de Jesús. Se sostiene entonces que María no era virgen en absoluto, sino solo una joven muchacha. En realidad es por divina providencia que se usó esa palabra y de hecho, era muy necesario que el pasaje de Isaías 7:14 utilizara un término hebreo que tuviera LOS DOS significados: “virgen” y “doncella”. Porque Dios está hablando del nacimiento de DOS niños diferentes.
Isaías predijo el nacimiento no solo de UNO sino de DOS bebés distintos. Que tendrían nombres diferentes. Que nacieron en distintos momentos. Nacieron por distintas razones y sin embargo se habla de ellos en una única profecía. Uno nace de una virgen en sentido literal y el otro, de una joven mujer. Por eso no puede usarse un término que signifique “virgen” porque SON DOS PROFECÍAS ENVUELTAS EN UNA SOLA. El término con dos significados se utiliza porque era necesario entretejer dos profecías respecto al nacimiento de dos hijos. Una de las profecías habla del nacimiento del hijo de Isaías, que no nació de una virgen sino de una joven mujer; el otro bebé es el Hijo de Dios, nacido de una virgen, de verdad. Isaías nos dice que el nacimiento de su propio hijo definitivamente no es un nacimiento virgen, porque escribió: “Y me llegué a la profetisa, la cual concibió, y dio a luz un hijo. Y me dijo Jehová: Ponle por nombre Maher-salal-hasbaz” (Isaías 8:3). Isaías no podría haberlo dicho en lenguaje más claro: es el padre biológico de uno de estos hijos y por eso, era una doncella y no una virgen la que dio a luz.
Recordemos también que a Isaías nunca se le mandó llamar Emanuel a su hijo. El Señor eligió otro nombre para el hijo de Isaías: “Maher-salal-hasbaz” (Isaías 8:3).
El nacimiento del hijo de Isaías, llamado Maher-salal-hasbaz, era una señal de Dios para el rey y para el pueblo de la tierra de Judá de que la maldad de Siria y Efraín en contra de ellos no prosperaría (Isaías 7:5-11). Se suponía que el pueblo tendría que estar atento para cuando el hijo de Isaías tuviera edad suficiente como para poder discernir lo bueno de lo malo. La edad del hijo de Isaías sería una señal de Dios para el pueblo de que las tierras de Siria y Efraín (enemigos de Judá) quedarían abandonadas, quebradas (Isaías 7:16).
Es muy obvio que el nombre del hijo de Isaías no sería Emanuel sino Maher-salal-hasbaz. Fue el primero de los bebés en nacer y su nacimiento sirvió como señal de la salvación del Señor para el pueblo de Judá en esa época. Pero Isaías habla de otro hijo que nacerá y se llamará Emanuel. Pero este hijo no es suyo. Emanuel es el segundo bebé que nacería muchos años después. Ese Emanuel es el bebé que nacerá de una madre virgen, a diferencia de Maher-salal-hasbaz, cuya madre era una mujer joven pero que no era virgen al momento del nacimiento.
En Isaías hay DOS profecías entrelazadas. La primera habla del nacimiento del hijo de Isaías, de un bebé que no nació de una virgen y que se llamaría Maher-salal-hasbaz como señal para el pueblo. La segunda habla del nacimiento virgen del Hijo de Dios, Emanuel. Era algo común en los profetas. Dios les daba una profecía a corto plazo y también una profecía a largo plazo. Si se cumplía la del corto plazo el pueblo sabía que debía creer en la profecía de largo plazo también, porque se cumpliría. La profecía a corto plazo del nacimiento del hijo de Isaías se cumplió. ¿Por qué rechazar la profecía a largo plazo de Isaías sobre el nacimiento del Hijo de Dios, Emanuel?
“Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado? Si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él” (Deuteronomio 18:21-22).
Mateo 1:21-25 habla del cumplimiento de la profecía a largo plazo del nacimiento de Jesús (Emanuel) y explica que Jesús es Emanuel. De hecho, Jesús se llamaba Emanuel. Se llamaba “Dios con nosotros”.
“El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios” (Mateo 27:54).
“Entonces Tomás respondió y le dijo: !Señor mío, y Dios mío!” (san Juan 20:28).
Una vez más, fue por inspiración divina que se usó en Isaías 7:14 el término hebreo que significa “virgen” y también “joven doncella”. Los dos significados son necesarios para hablar de las dos profecías, los dos hijos diferentes, y las dos distintas condiciones de las dos madres de estos niños: uno nacido de una doncella y el otro, de una virgen. Lo que aparenta ser un error en la palabra de Dios solo sirve para demostrar una vez más la extrema precisión de la Biblia y la profecía del nacimiento de Jesús.
Las profecías de Apocalipsis se cumplirán con la misma precisión que la profecía del nacimiento virgen de Cristo.
Traducción al español de Karin F. Handley de HeavenlyManna.net
Based on true events, The Third Man by Angela Sheffield, brings the Bible up close and personal as the characters face real issues of life: Betrayal, deceit, romance, bitterness, anger against God, hopelessness, will power, perplexity, triumph, unforgiveness, mental illness, and the "Alcohol made me do it" excuse. Read chapter one FREE now.
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