First Page - Now launched! All the stories are true, or based on real events. Unlimited reading for $4.99 / month. No downloads. Read on your phone, tablet or computer.
First Page - ¡Ya está en marcha! Todas las historias son verídicas, o están basadas en hechos reales. Lectura ilimitada por $4.99 / mes. No hay que descargar nada. Lea en su teléfono, tableta u ordenador.
Estudio bíblico que nos hace abrir los ojos en menos de cinco minutos! Acceda a todos los episodios aquí.
Augenöffnendes Bibelstudium in weniger als fünf Minuten! Alle Episoden finden Sie hier.
The Third Man by Angela Sheffield is based on a true story. Read chapter one now!
Lo que leemos en la Biblia tiene que ver con todos los seres humanos, sean cristianos o judíos, ateos o agnósticos, budistas, musulmanes o adherentes a alguna de las filosofías o nuevas religiones que surgen en el mundo. ¿Por qué? Ver mayor información sobre este interesante libro.
Jesus saith unto him, I am the way, the truth, and the life: no man cometh unto the Father, but by me.
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Jesus spricht zu ihm: Ich bin der Weg und die Wahrheit und das Leben; niemand kommt zum Vater, denn durch mich!
La mayoría de las personas que nacieron y se criaron en Occidente comprenden que la Navidad es la celebración del nacimiento de Jesús mientras que la Semana Santa o la Pascua es cuando se celebra su resurrección. Sin embargo, Cristo nació para morir en la cruz (San Juan 12:27) y su trabajo incluyó su levantarse a si mismo de entre los muertos (San Juan 10:17-18), destruyendo así el último enemigo del hombre - la muerte (1 Cor. 15:26). Por lo tanto, la crucifixión de Jesús es un tema apropiado para un mensaje de Semana Santa o Navidad.
Muchas personas quedan confundidas al leer un pasaje que dice que Dios el Padre levantó a Jesús de entre los muertos y después leen otra escritura donde Jesús dice que se resucitó a si mismo. Esta confusión sólo desaparece una vez que entiendan que Jesús era Dios y hombre al mismo tiempo. Jesús el Señor tenía el poder de levantarse de la tumba, mientras que Jesús el hombre no tenía tal poder. El artículo, "¿Quién era Jesús?" contesta todas las dudas sobre la divinidad del Hijo de Dios.
El Nacimiento de Jesús: El buen regalo de Navidad de parte de Dios
Es altamente improbable que el nacimiento de Jesús haya ocurrido el 25 de diciembre, pero, este artículo no es un estudio sobre las fechas y los acontecimientos relacionados a cuando el Salvador vino al mundo. Una mujer quien ha asistido a una iglesia cristiana casi toda su vida preguntó: "Pero, ¿por qué tuvo Jesús que morir dado que Dios puede perdonar los pecados de su trono?" ¡Qué triste es tener tantos años de ir fielmente a una iglesia cristiana y ni siquiera saber como explicar lo fundamental de la fe cristiana.
Dios exige que se derrame sangre real para la remisión de los pecados, por eso preparó un cuerpo real en el cual el Hijo de Dios moró durante su misión en la Tierra. Durante los tiempos del Antiguo Testamento, el sumo sacerdote en Israel no se atrevió a entrar en lo que se llamaba "el lugar santísimo" sin la sangre de un sacrificio para cubrir sus propios pecados y los de todo Israel (Éxodo 30:10, Hebreos 9:7). Sin embargo, Hebreos 10:5-6 nos permite saber que la sangre derramada de los animales nunca pudo agradar a Dios porque su sangre sólo limpiaba la carne, no el corazón. La sangre de Jesús, el sacrificio final, limpia el corazón para que la carne no lleve a cabo repetidas veces los mensajes que recibe de un corazón sucio (Hebreos 9:14). La crucifixión de Jesús era el sacrificio inmensamente superior y final que proveyó El Señor para la remisión de los pecados, la curación física y mental, las bendiciones y las promesas de Dios las cuales culminan en la resurrección de los muertos para la vida eterna en su presencia (2 Corintios 1:20 , 1 Juan 5:13). Esta es la razón por la que la escritura se refiere a Cristo como el "Cordero de Dios."
El Trauma de la crucifixión de Jesús
Es cierto que los estudiosos de la Biblia, los historiadores, y algunos médicos han peinado las escrituras para saber todos los detalles disponibles en el registro escrito que se nos deja acerca del sufrimiento y la crucifixión de Jesús. La información recogida pinta un cuadro del trauma horroroso que el Hijo de Dios sufrió - antes de morir. Debemos recordar, sin embargo, que aún si no tuvieramos la opinión de médicos de lo que le sucedió a Jesús, lo que sí se revela en un lenguaje sencillo en las escrituras nos permite saber que sus heridas habrían perturbado hasta al más insensible proveedor de cuidado médico hasta el punto de estremecerse.
Los evangelios nos dicen que Jesús fue azotado o castigado (Mateo 27:26, Lucas 23:21). Aquellos que estén interesados en saber lo que es un azote y lo que significaba ser azotado por los antiguos romanos pueden encontrar esa información libremente disponible en la Internet. Sin embargo, la Biblia revela suficiente información sobre el estado médico en el que Jesús se quedó antes de su muerte. Aunque no sepamos exactamente lo que significaba ser azotado o exactamente lo que ocurrió cuando fue golpeado, con facilidad se imagina la crueldad inimaginable que se le infligió. Jesús era carpintero, así que es perfectamente lógico creer que era un joven sano y fuerte para poder ejercer tal profesión en tiempos cuando no existieron las herramientas modernas para hacer el trabajo más fácil. También recordamos que en San Juan 2:15 leemos de cuando Cristo hizo un látigo que utilizó para correr literalmente del templo a los cambistas. El pasaje nos dice que volcó las mesas al obligar a la gente a irse. Tenemos una escena de un hombre quien físicamente expulsó a muchos varones adultos y luego volcó las mesas que, en aquellos días, no habrían sido de plástico sino de madera sólida. Es evidente que Jesús el hombre estaba saludable, fuerte y que no tenía miedo de tomar un látigo para enfrentar y expulsar a los hombres que le superaban en número. Una vez más, si prestamos atención a las escrituras, mucho ha sido revelado.
Sabemos que Cristo fue azotado y golpeado antes de ser crucificado. Leemos: "... Y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado. Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la compañía. Y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata. Y pusieron sobre su cabeza una corona de espinas, y una caña en su mano derecha, e hincando la rodilla delante de él le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los Judios! Y escupiéndolo, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza. Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos y le llevaron para crucificarle" (San Mateo 27:26-31).
Nos enteramos de que Cristo fue azotado, golpeado, y se burlaron de él antes de que le crucificaran. Pero, también aprendemos lo que los azotes, los golpes y burlas hicieron a él, sin tener que saber la opinión de médicos acerca de la crucifixión de Jesús o cómo fue la vida en la antigua Roma. ¿Cómo es esto posible? La escritura de Lucas 23:26 es sólo uno de los cuatro evangelios que nos permite saber que, cuando terminaron con Cristo, él no tenía la fuerza suficiente para llevar su cruz todo el camino hasta el Gólgota, el lugar de su crucifixión. Un hombre llamado Simón, en algún momento, se vio obligado por los romanos a llevar la cruz el resto del camino. Además, los golpes que recibió Jesús deben haber sido el dar rienda suelta a la furia de su arco enemigo, Satanás, y una revelación clara de la vileza del pecado. Dejaron a Cristo tan desfigurado físicamente que estaba más allá del reconocimiento.
Los pasajes mesiánicos en la Biblia, como el de Isaías 52:14 revelan que, "... de tal manera fue desfigurado de los hombres (los mortales) su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres (los mortales)." Algunos han sugerido que Isaías 52:14 nos deja saber que Jesús no tenía el aspecto de una persona después de su tortura. La escritura de Isaías 50:6 predijo los malos tratos y la tortura de Jesús al informar sobre cuando le arrancaron la barba. Por último, el rey David, estando bajo la influencia del Espíritu de Dios en el Salmo 22:14-18, describe la muerte de Jesús. Gracias a los estudiosos de la Biblia, sabemos que lo que David describe era la crucifixión de Jesús. David no murió por crucifixión, ni habría sabido describir tal forma de pena capital desconocida en Israel en su día. Él escribió las palabras del Cordero de Dios que nos dio una visión de su agonía, cuando dijo: "He sido derramado como aguas y todos mis huesos se descoyuntaron; Mi corazón fue como cera, derritiendose en medio de mis entrañas. Como un tiesto se secó mi vigor y mi lengua se pegó a mi paladar, y me has puesto en el polvo de la muerte porque perros me han rodeado. Me ha cercado cuadrilla de malignos. Horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos; entre tanto, ellos me miran y me observan. Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes" (Salmo 22:14-18).
Jesús habla de todas sus fuerzas que se fueron de él; probablemente se sintió como su corazón literalmente iba a explotar, y algunos médicos creen que ese tipo de estrés puede causar el estallido o rotura literal del corazón. El Salvador habla de la deshidratación terrible que sufrió, tanta que la lengua se quedó pegada a su paladar no teniendo agua de beber. Él habla de la perforación de las manos y los pies y de los perros (los hombres malvados) que le rodeaban mientras colgaba de la cruz el cual literalmente sacó los huesos de las articulaciones.
El Buen Regalo de Navidad de Parte de Dios
El manso y humilde Cordero de Dios fue el sacrificio final para todos los tiempos; la obra de la cruz de Jesús se ha terminado. Cristo venció todo el poder satánico detrás de la guerra más feroz que ha desatado jamás en la Tierra contra el trono de Dios. Incluso el último enemigo del hombre - la muerte, fue derrotado porque el Salvador se resucitó de la tumba, volvió al cielo a sentarse a la diestra de Dios en la gloria, y es el Rey de la eternidad. Satanás ha perdido la guerra que empezó en contra de Dios en el cielo (Isaías 14:12-15) y volvió a perder su guerra en contra de Jesús en la Tierra (Colosenses 2:15, Mateo 28:18, 1 Corintios 15:54-57). La próxima vez que Cristo regrese a la Tierra, no será como antes, sino que va a establecer su reino perpetuo y toda oposición a su soberanía será aplastada para siempre.
Mientras tanto, el Señor sigue ofreciendo su buen regalo de Navidad al mundo--su Hijo, un regalo que cualquier persona puede recibir si lo quiere--una vez que entienda lo que el regalo es. El regalo es la salvación y una relación auténtica con el Dios vivo quien puede hacer con nosotros muy por encima de lo que nos podemos imaginar. Nos enteramos de que el derramamiento de sangre se requiere para la remisión de los pecados y es la razón por la cual Jesús fue enviado. También aprendemos que todo el mundo ha pecado y necesita al Salvador para la remisión de los pecados (Romanos 3:23). La escritura de 1 Juan 1:9 nos enseña a todos a confesar nuestros pecados y saber que Dios es fiel para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad lo terrible que sea esa maldad. La salvación es el don gratuito de Dios, no puede ser ganado por las buenas obras ni puede ser recibida por quien se niege a arrepentirse (Gálatas 2:16, Marcos 16:16). Cuando realmente nos arrepentimos, no seguimos viviendo voluntariamente en el pecado, sino que nos alejamos de lo que es la desobediencia a Dios.
No son necesarias las oraciones para guiar a una persona en la oración los de pecadores porque todo lo que el Padre requiere es que nos dirijamos a él, confesando nuestros pecados y pidiéndole que nos perdone y nos limpie en el nombre de Jesús (1 Juan 1:9). Le decimos que aceptamos a su Hijo como Salvador y Señor, y le damos las gracias por el buen regalo de Navidad que nos ha dado. La verdadera aceptación de Cristo como su Dios es el regalo de Navidad que usted puede dar al Señor--puede darle a él a usted mismo, es decir, su verdadera adoración y su verdadero amor que obligan a la obediencia a él.
Sí, el nacimiento de Jesús es la razón de la temporada de Semana Santa y Navidad. La crucifixión de Jesús fue el sacrificio final. "...Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna."
Based on true events, The Third Man by Angela Sheffield, brings the Bible up close and personal as the characters face real issues of life: Betrayal, deceit, romance, bitterness, anger against God, hopelessness, will power, perplexity, triumph, unforgiveness, mental illness, and the "Alcohol made me do it" excuse. Read chapter one FREE now.
Este sitio web y su contenido tienen derechos de autor a nombre de Heavenly Manna - @ Heavenly Manna (HeavenlyManna.net) 2002-2016.