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Is The Covid-19 Vaccine Mandate Of God? Or Is It Evil?
Did you know the Word of God (the Christian Bible) speaks directly against what governments are doing with Covid-19 vaccine mandates? Get the facts here
¿Viene de Dios el mandato de vacuna contra el Covid-19? O ¿acaso es malo?
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Should A Christian Practice Yoga Or Pilates? The Shocking Truth
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La verdad espeluznante sobre el yoga revelada por la Biblia cristiana
Quizás practiques yoga por motivos de salud o para reducir el estrés. Pero, ¿realmente conoces el objetivo diabólico de cualquier forma o estilo de yoga, incluido el pilates? Obten tus respuestas aquí.
Communicating With The Dead: Learn The Shocking Truth
The spirit you think is mom, dad, or some other loved one from beyond the grave is NOT your loved one. But, what about the "proof" that the living can indeed talk to the dead? Let God's Word open your eyes to a deception that is pure evil. Read Spirits Of The Deceased
Comunicarse con los muertos: La impactante verdad
El espíritu que parece ser tu madre, padre o algún otro ser querido tuyo desde el más allá NO es tu ser querido. Pero, ¿qué hay de "la prueba" de que los vivos pueden comunicarse con los muertos? Permite que la Palabra de Dios te abra los ojos para que veas el engaño que es de la maldad pura. Te invitamos a leer ¿Están los muertos entre los vivos?
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¿Qué tiene que ver conmigo? por Teófila Gottfried
Lo que leemos en la Biblia tiene que ver con todos los seres humanos, sean cristianos o judíos, ateos o agnósticos, budistas, musulmanes o adherentes a alguna de las filosofías o nuevas religiones que surgen en el mundo. ¿Por qué? Ver mayor información sobre este interesante libro.
Los dones espirituales de 1 Corintios ¿son capacidades psíquicas que Dios nos da para que las desarrollemos?
Los psíquicos “cristianos” enseñan que todos nacemos con capacidades psíquicas — que ellos llaman dones espirituales — que hay que desarrollar. Enseñan que hay quienes usan sus “dones espirituales” desarrollados para bien, en tanto que otros los usan para mal. Así que las dos preguntas que tendrán respuesta en la Biblia son las siguientes:
1. Las capacidades psíquicas ¿son lo mismo que los dones espirituales de Dios que encontramos en 1 Corintios 12?
2. ¿Todos nacemos con dones espirituales de Dios que se pueden desarrollar y utilizar para bien o para mal?
Lo primero y principal es recordar que Dios creó al ser humano como ser espiritual por naturaleza. El pasaje de 1 Tesalonicenses 5:23 nos dice que el ser humano está conformado por tres partes, y que una de ellas es el espíritu. ¿Por qué no tendría experiencias espirituales un ser que es espiritual? Entonces, no digamos que algo perfectamente normal es “capacidades psíquicas latentes” o “dones espirituales” para instar a la gente a desarrollar el “control” sobre su cuerpo espiritual, cosa que no es más que brujería encubierta.
Veamos ahora los dones espirituales de 1 Corintios 12:1-10:
El don espiritual de la sabiduría
1 Corintios 12:8 dice: “Porque a este es dada por el Espíritu palabra de sabiduría...”.
El rey Salomón fue el hombre más sabio de la tierra, hasta que nació Cristo. Y considerando el hecho de que Cristo era Dios hecho carne, entonces Salomón fue el mortal más sabio de todos los tiempos. ¿Salomón nació con un don innato de sabiduría y conocimiento, que desarrolló luego? Según 1 Reyes 3:7, 9 no fue eso lo que sucedió. El joven rey oró: “Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir…Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo...”.
Si Salomón hubiera nacido con el don espiritual de la sabiduría ¿por qué habría tenido que orar, pidiéndola? Ahora, ¿podría haber tenido sabiduría sin saber que la tenía? No es eso lo que indica la respuesta de Dios a su oración:
“...he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú” (1 Reyes 3:12).
Si Salomón hubiera nacido con sabiduría, Dios no habría respondido “he hecho conforme a tus palabras”. Las palabras de Salomón eran un pedido de sabiduría. Y Dios dice que Él ha respondido a ese pedido, lo que nos indica que Salomón pidió algo que no tenía desde su nacimiento.
¿Leemos acaso que el sabio Salomón practicara ejercicios para desarrollar el don espiritual de la sabiduría? No. Lo que leemos es que obtuvo su sabiduría a través de una oración sincera. En conclusión: los cristianos creyentes en la Biblia obtienen sabiduría del mismo modo en que la obtuvo el sabio Salomón. Oran, pidiéndole a Dios que les dé sabiduría. Por eso es que la Biblia dice: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios...” (Santiago 1:5).
El don espiritual del conocimiento
1 Corintios 12:8: “...a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu...”.
Si leemos el segundo capítulo del libro de Daniel en el Antiguo Testamento encontraremos que el rey Nabucodonosor había tenido un sueño aterrador. Aquí, la singular situación es que el rey ni siquiera puede recordar su pesadilla, y menos todavía interpretarla. Entonces, llama a los hombres más sabios de su reino para contarles lo que había soñado con el fin de que interpretaran su sueño. ¡Imaginemos que se nos pide que le digamos a alguien lo que ha soñado! Por cierto, haría falta el don espiritual del conocimiento para hacer eso.
Se decía que esos hombres eran sabios porque tenían “capacidades psíquicas altamente desarrolladas”. Pero el rey amenaza a los hombres sabios con ejecutarlos si no hallan la forma de decirle lo que soñó e interpretan su pesadilla.
Estamos hablando de todo un reino, con muchos hombres sabios que tenían capacidades psíquicas muy altamente desarrolladas, y sin embargo ninguno es capaz de descubrir qué fue lo que soñó el rey. Ni siquiera para salvar sus vidas.
Pero Daniel y sus compañeros buscaron a Dios. Leemos que “…el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche...” (Daniel 2:19).
¿Había nacido Daniel con el don espiritual del conocimiento? Y si así hubiera sido, ¿por qué tenía que esperar a que Dios le revelara la pesadilla del rey? Incluso si afirmáramos que Daniel había desarrollado su don espiritual del conocimiento a un punto tan avanzado que solo le hizo falta orar una vez para obtener la respuesta, seguimos teniendo un problema. Porque si fuera ese el caso ¿por qué no pudo ninguno de los otros sabios con capacidades psíquicas tan desarrolladas buscar a sus dioses para obtener la respuesta? Las Escrituras nos dicen con claridad que lo único que hizo Daniel fue acudir al Dios de Israel. Pero aunque argumentemos que tenía capacidades psíquicas desarrolladas, eso no responde la pregunta de por qué los otros sabios no pudieron obtener la respuesta pidiéndosela a sus dioses, ni siquiera para salvar sus vidas. Pensemos en lo que sucede en esa situación: unos sabios profesionales que se especializan en desarrollar capacidades psíquicas para servir al rey y su reino no pueden obtener ayuda alguna de sus dioses. Y por otro lado, Daniel obtiene la respuesta que le da el Dios de Israel. La cuestión aquí es que ni Daniel ni ningún otro hombre que no fuera sabio podrían haber competido con las capacidades psíquicas de los sabios que servían al rey.
El don espiritual de la fe
1 Corintios 12:9: “…a otro, fe por el mismo Espíritu...”.
Ahora, este es uno de los dones espirituales para los cuales tenemos la clara revelación de cómo es que comienza. Leemos que “la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17). No digamos que “oír” hace referencia a algún ejercicio psíquico que implica recibir mensajes subliminales o voces interiores. Nada de eso. “El oír” hace referencia literal a oír el mensaje del evangelio. ¿Cómo lo sabemos? Porque Romanos 10:14 dice: “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?”.
Escuchar a un predicador no es un ejercicio psíquico. Quien predica es una persona real, que predica la Palabra de Dios en la tierra tal como Cristo les mandó hacer a Sus seguidores. No olvidemos, sin embargo, que la Biblia también “predica” porque es la Palabra de Dios tras la cual está el Espíritu de Dios. Es por eso que hay testimonios reales de personas que han recibido a Cristo como Salvador por haber leído la Biblia.
El don espiritual de la sanidad
1 Corintios 12:9 dice: “...y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.”
Leemos en la Biblia: “Y tomaron ceniza del horno, y se pusieron delante de Faraón, y la esparció Moisés hacia el cielo; y hubo sarpullido que produjo úlceras tanto en los hombres como en las bestias. Y los hechiceros no podían estar delante de Moisés a causa del sarpullido, porque hubo sarpullido en los hechiceros y en todos los egipcios” (Éxodo 9:10-11).
El antiguo Egipto estaba repleto de magos y hechiceros con “dones espirituales” altamente desarrollados. El libro de Éxodo nos habla de sus poderes para hacer magia. ¿Pensamos entonces que ni uno de ellos tenía el “don espiritual” de sanidad lo suficientemente desarrollado como para sanarse a sí mismo y a su pueblo de las úlceras que Dios les había puesto encima? Pensémoslo. Eran magos cuya profesión y oficio consistía en obrar señales y milagros. Eran maestros de las capacidades psíquicas. Moisés, por otra parte, era un hombre de familia, un pastor que cuidaba animales (Éxodo 3:1). ¿Cómo puede entonces un aficionado como Moisés, que no había desarrollado “dones espirituales”, ser más poderoso que TODOS los profesionales de Egipto con “dones espirituales” altamente desarrollados?
Cuando Jesús envió a setenta de Sus discípulos a sanar a los enfermos fue eso exactamente lo que hicieron los setenta (Lucas 10:1, 9, 17). ¿Habían desarrollado un “don espiritual” de sanidad esos discípulos? No. Se nos dice cómo fue que obtuvieron ese poder. Lo obtuvieron de Cristo. Jesús les dijo: “He aquí OS DOY potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo...” (Lucas 10:19).
El don espiritual de obrar milagros
1 Corintios 12:10 dice: “A otro, el hacer milagros...”
Leemos también: “Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo”.
No leemos que Esteban obrara esos milagros porque había desarrollado capacidades psíquicas, sino porque estaba “lleno de gracia y poder”. Eso significa que Esteban estaba lleno de Cristo, porque 1 Corintios 1:24 nos dice: “Cristo poder de Dios...”. Si desarrollas un poder o capacidad, entonces no te lo han dado. Y si te lo dieron, no lo desarrollaste. Por eso es que Jesús les dijo a Sus discípulos “os doy potestad”. Entonces ¿por qué los psíquicos “cristianos” te dicen que desarrolles los dones espirituales que Dios dice que da Él según Su voluntad (1 Corintios 12:11)?
Los dones espirituales NO SON poderes neutrales que pueden usarse para bien o para mal
Tengamos en mente que hay señales, prodigios y milagros satánicos que obran los falsos Cristos y los falsos profetas. Y lo que hacen engaña a muchos (Mateo 24:24, 2 Tesalonicenses 2:9). Estos “milagros mentirosos” — como los llama la Biblia — NO SON dones espirituales de Dios que la gente decidió utilizar para mal en lugar de usarlos para bien. Es IMPOSIBLE utilizar dones espirituales de Dios para propósitos malos. El Señor nos hace saber que nadie que diga siquiera algo malo acerca de Él puede obrar un milagro en Su nombre. ¿Cómo podría entonces un satanista usar dones espirituales cuando los satanistas hacen mucho más que tan solo hablar maldad? Obran maldad. Jesús dijo: “...porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí” (Marcos 9:39).
Recordemos que los falsos profetas pueden obrar milagros en el nombre de un falso Cristo, pero NO en el nombre del verdadero Jesús de Nazaret.
En el capítulo 19 de Hechos leemos acerca de un grupo de judíos que eran exorcistas y que intentaron echar a un espíritu maligno en el nombre de Jesús. El error que cometieron fue que cuando usaron el nombre de Jesús especificaron que se referían a Jesús de Nazaret. Leemos esto: “Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo” (Hechos 19:13).
El Jesús que predicaba Pablo era Jesús de Nazaret. En el versículo 16 leemos cómo el espíritu maligno atacó violentamente e hirió a esos exorcistas. Huyeron, desnudos y avergonzados.
Así como los sabios, los exorcistas también tienen capacidades psíquicas altamente desarrolladas, y lo que ellos llaman dones espirituales. Ahora, si los dones espirituales de 1 Corintios son de veras dones neutrales que cualquiera puede utilizar para bien o para mal, ¿por qué no pudieron los exorcistas del pasaje arriba mencionado utilizar los poderes sobrenaturales en el nombre de Jesús, como lo hacía con regularidad el apóstol Pablo?
El don espiritual de la profecía
1 Corintios 12:10: “...a otro, profecía...”.
Leemos en la Biblia: “…porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:21).
El pasaje de las Escrituras que acabamos de leer nos dice que los profetas de Dios NO profetizaban por voluntad propia. Además, se nos dice que profetizaban SIENDO INSPIRADOS por el Espíritu Santo. ¿En qué parte vemos allí que desarrollaran la “capacidad psíquica de profetizar? Profetizaban cuando los inspiraba Dios. Y no estaban a cargo cuando el Espíritu de Dios se movía sobre ellos. Lo sabemos porque las Escrituras dicen que la profecía NO les era traída por voluntad humana. En síntesis: ellos no podían por voluntad propia lograr que el Espíritu los inspirara.
Pensar que los dones espirituales de 1 Corintios 12 son capacidades psíquicas innatas que hay que desarrollar y que pueden usarse para bien o para mal es una idea muy peligrosa. Y esto no es una opinión. Es un hecho que veremos ahora en las Escrituras:
En la Biblia, un hombre llamado Simón albergaba esas ideas erróneas. Había sido testigo de la manifestación de los dones espirituales de los apóstoles. Simón sabía que sus dones eran del Espíritu Santo. Y quería ese poder para hacer lo que le viniera en gana. Esa idea que tenía Simón era tan maligna a los ojos de Dios que ni siquiera los apóstoles sabían si tendría perdón. Eso nos dice que Simón estaba al borde de cometer lo imperdonable. Solamente Dios sabe si en realidad cruzó esa línea, pero a nosotros los lectores se nos advierte sobre la gravedad de la idea incorrecta con respecto a las obras del Espíritu Santo.
Leemos esto: “Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón (Hechos 8:18-22).
Los dones espirituales de 1 Corintios son inseparables del estar llenos del Espíritu Santo. A la luz de esta verdad ¿cómo podemos decir que los satanistas tienen dones espirituales de Dios que por decisión propia pueden usar para mal? Eso va en contra de todo lo que enseña la Biblia cristiana.
1 Corintios 12:10: “...a otro, discernimiento de espíritus...”.
El apóstol Pablo es en el Nuevo Testamento un potente ejemplo de cómo Dios manifiesta los dones espirituales de 1 Corintios 12 en las vidas de Sus siervos. Vemos un ejemplo de discernimiento espiritual en Pablo en el capítulo 16 de Hechos. Se ve a una muchacha siguiendo a Pablo y a los cristianos con quienes él ministraba. Ella le decía a la gente que los hombres servían al Dios altísimo y que enseñaban el camino de la salvación (versículo 17). Uno hasta podría pensar que a la joven la guiaba Dios para ayudarlos a predicar. Pero por medio del don espiritual del discernimiento, Pablo supo que estaba poseída por un demonio. Y echó fuera de ella al espíritu maligno (versículo 18).
Ahora, sabemos con certeza que Pablo no había hecho ningún tipo de ejercicio psíquico para desarrollar el don espiritual de discernir espíritus. ¿Qué certeza tenemos? Leamos Hechos 9:4-5, que nos habla de la conversión de Pablo a Cristo. Antes de que Pablo se convirtiera, su nombre era Saulo. Leemos que “…cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues...”.
Si Pablo hubiera desarrollado el don espiritual del discernimiento de espíritus, ¿por qué le habría preguntado a Jesús “¿quién eres?”? Para ese momento de la historia, Jesús ya ha muerto en la cruz, ha resucitado y regresado al Cielo. Es un Espíritu. Si Pablo hubiera desarrollado el don espiritual del discernimiento de espíritus no le habría hecho falta preguntarle a Jesús quién era.
Le está hablando a Jesús, ¡y ni siquiera lo sabe! Por cierto, eso no era discernimiento espiritual sino más bien, ceguera espiritual. Sin embargo, ese mismo Saulo cuyo nombre pasó a ser Pablo después de que se convirtiera a Cristo, pudo luego discernir al espíritu maligno que tenía dentro la muchacha del pasaje de Hechos. Ahora, es Pablo. Ahora está en Cristo. Y Cristo está en él. Ahora sí puede en verdad discernir espíritus. ¿Qué otra evidencia necesitamos para ver que todo don espiritual de 1 Corintios 12 exige la presencia misma del Espíritu de Cristo? ¿Y cuándo ha tenido un satanista el espíritu de Cristo?
El don espiritual de hablar en lenguas
Una vez más las Escrituras de la Biblia destruyen la mentira de que el don espiritual de hablar en lenguas es algo que uno desarrolla. En el segundo capítulo de Hechos leemos acerca del momento en que los seguidores de Cristo se hallaban reunidos en Pentecostés. “...y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen” (Hechos 2:3-4).
No puede ser más claro el pasaje en cuanto a que el don espiritual de hablar en lenguas viene de estar lleno del Espíritu Santo. Aquí no hay desarrollo ni entrenamiento de un don espiritual de hablar en lenguas. ¿Olvidamos que INMEDIATAMENTE hablaron en lenguas cuando los llenó el Espíritu? Está claro que el hablar en lenguas viene a través de ser llenos del Espíritu Santo. ¿Cuándo llenó el Espíritu de Dios a algún satanista? Solamente después de que se haya convertido a Cristo, por supuesto.
¿Hay alguna posibilidad de que esos cristianos hicieran algo para invitar al Espíritu para que los llenara? Sí. Pero lo que hicieron nada tiene que ver con el desarrollo de un “don espiritual latente”. Simplemente hicieron lo que Jesús les había dicho que hicieran, que era “que esperasen la promesa del Padre” (Hechos 1:4).
El don espiritual de la interpretación de lenguas
1 Corintios 12:10 dice: “...y a otro, interpretación de lenguas”.
Este es otro de los dones espirituales que estaban activos ya en tiempos del Antiguo Testamento. En el quinto capítulo del libro de Daniel leemos acerca de cuando apareció la mano de un hombre y escribió un mensaje en una lengua que nadie conocía. Ninguno de los astrólogos del rey, ni sus sabios o videntes pudo traducir el mensaje. De nuevo tenemos aquí una cantidad de personas con capacidades psíquicas altamente desarrolladas y sin embargo, ninguno pudo traducir el mensaje escrito en lengua extraña. ¿Por qué? Porque el mensaje era de Dios, como veremos si leemos el capítulo. Solamente Daniel, siervo sincero del Dios de Israel, recibió la traducción del mensaje. Esto demuestra que no se trata de un don espiritual que cualquiera pueda desarrollar con propósitos buenos o malos. Si fuera ese el caso, al menos una de las tantas personas con capacidades psíquicas altamente desarrolladas habría sido capaz de traducir el mensaje. Pero ni siquiera una de ellas pudo hacerlo.
Preguntas finales sobre los dones espirituales de 1 Corintios
Bien, entonces: los dones espirituales no son capacidades psíquicas que uno pueda desarrollar para bien o para mal. Son inseparables de la presencia del Espíritu Santo, que por supuesto no habita en un satanista. Hemos visto también que nadie nace con dones espirituales. Pero ¿por qué dice la Biblia: “Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios” (Romanos 11:29)?
El pasaje de Romanos no dice “dones espirituales”. Dice dones. Refiere a los dones que son naturales, algo que vemos al leer ese capítulo. Así que no agreguemos el adjetivo “espirituales”.
Finalmente, echemos una mirada a un pasaje más que se utiliza para respaldar la mentira de que hay que desarrollar los dones espirituales. “No descuides el don que hay en ti...” (1 Timoteo 4:14).
Ahora, solo nos hace falta leer el resto de ese versículo en 1 Timoteo para ver que no hay respaldo bíblico para la creencia de que hay que desarrollar las capacidades psíquicas mal llamadas “dones espirituales”.
El don que había en Timoteo no era algo con lo que había nacido. 1 Timoteo 4:14 dice: “...el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio”.
Timoteo recibió un don de Dios por medio de la imposición de manos y la profecía, y NO en el momento de su nacimiento. Eso nos muestra que no se trataba de un don latente que tenía que desarrollar.
Más aún, NO se lo llama don ESPIRITUAL. El pasaje dice: “no descuides el don que hay en ti”. No dice “el don espiritual”.
Si leemos las cartas que Pablo le escribió a Timoteo (1 y 2 Timoteo) veremos cómo lo guía el apóstol. Nada de lo que le aconseja a Timoteo concuerda con lo que le están diciendo a la gente los psíquicos “cristianos” en cuanto al desarrollo de capacidades psíquicas que ellos llaman “dones espirituales”.
Si te han engañado las mentiras de los psíquicos “cristianos”, y ahora recibes la verdad de Dios para corrección, solo necesitas arrepentirte sinceramente ante Dios. Pide Su perdón en el nombre de Jesús. Pide Su guía, Su ayuda para entender la Biblia, Su protección. Y luego, sé obediente. Confía en Él. Búscalo diligentemente en oración.
“Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones” (Salmos 51:1).
Traducción al español: Karin F. Handley
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