El misterioso poder de la metamorfosis (cambio de forma): ¿Qué dice la Biblia?
El misterioso poder de la metamorfosis se define como el cambio físico de forma, estructura o sustancia, en especial por medios sobrenaturales. Es una alteración que impacta por su aspecto y/o carácter. Podríamos llamarlo también como el poder o capacidad para cambiar de forma.
¿De dónde proviene el poder del cambio de forma?
Si pensamos en la transformación de la poco atractiva oruga que luego pasa a ser una bella mariposa, sabemos que el Creador de todas las cosas entretejió en su código genético esa capacidad para la transmutación. Pero esa mutación o transformación no es igual a tener el poder de cambiar de forma.
Cuando pensamos en el poder para cambiar de forma, por lo general tenemos en mente la capacidad de un ser para transformarse a sí mismo voluntariamente en otro ser, o en diferente a lo que es. A diferencia de la transformación de la oruga que luego es mariposa, este tipo de cambio de forma directamente inquieta a muchas personas. ¿Por qué? Porque el misterioso poder de la metamorfosis en manos de un ser del mal se traduce en la capacidad de engañar de gran manera a los sentidos físicos, con el fin de alcanzar un propósito diabólico.
Como el Creador de todas las cosas visibles e invisibles, de lo natural y lo sobrenatural, es el Autor y Dador del misterioso poder de la metamorfosis ¿significa eso que hay seres espirituales que pueden cambiar de forma? Sí, así es. La Palabra de Dios, que es la Santa Biblia, nos lo dice. Y considerando la exactitud de sus enseñanzas científicas, y el preciso cumplimiento de sus numerosas profecías, es ilógico que descartemos sus revelaciones en cuanto al poder del cambio de formas.
La metamorfosis y el cambio de forma en la Biblia cristiana
Muchas son las ocasiones en las que al leer las Escrituras de la Biblia encontramos instancias de metamorfosis o cambio de forma. A medida que presentemos estos pasajes, toma nota de qué o quiénes son los seres que tienen este poder misterioso y sobrenatural. Verás por qué hace falta ese poder otorgado por Dios. Veremos también que es fatal cuando se lo utiliza fuera de la voluntad de Dios.
Aunque el Señor Dios es el Autor del misterioso poder de la metamorfosis, la mayoría de las personas probablemente nunca piensan en Él como alguien que en verdad “cambió de forma”. Pero echemos una mirada al pasaje de Génesis 18:1-3.
“Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo. Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol, y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón…”.
Podemos tener la certeza de que el Dios trino y uno adoptó la forma de tres mortales, porque Abraham Le vio y habló directamente con Él. Las Escrituras incluso nos dicen que el Señor, habiendo “cambiado de forma” para adoptar la de tres hombres, comió lo que la esposa de Abraham había preparado para ellos. La Biblia nos dice que Dios no es un mortal. Es un Espíritu (Números 23:19, Juan 4:24). También se nos dice que ningún mortal puede mirar el rostro del Señor con sus ojos naturales, y seguir vivo (Éxodo 33:20-23). Por eso sabemos que el Dios trino y uno, allí en las planicies de Mamre, no Se manifestó ante Abraham en Su verdadera gloria. Si no Se hubiera transformado en la apariencia de tres hombres que se veían como mortales, Abraham no podría haber seguido vivo habiéndole visto.
¿Y qué hay de cuando el Espíritu Santo se apareció en forma de paloma? También se conoce al Espíritu Santo como “los siete espíritus de Dios”. En el libro de Apocalipsis, leemos que su forma “natural” — al menos la que se nos revela — es de siete lámparas ardientes de fuego (Apocalipsis 4:5). Leemos también: “…y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma CORPORAL, como paloma…” (Lucas 3:22). Recordemos que el poder de la metamorfosis, o cambio de forma, es la capacidad de cambiar para adoptar un aspecto diferente. Las siete lámparas ardientes adoptaron la forma física de una paloma. Vemos entonces que hay una verdad que tenemos que mantener en mente al considerar las ocasiones en que el Señor adoptó una forma diferente en las Escrituras. Esa verdad es que, a diferencia de cualquier otro ser, Dios es omnipresente. Su aspecto de paloma, o de tres mortales en las planicies de Mamre, no significan que Su aspecto “natural” en el Cielo cambió en el momento en que Se apareció como paloma, o como tres hombres.
Recordemos que el Señor Jesús apareció como hombre en Génesis 14:18. Le vemos como Rey de Salem y como Sacerdote del Dios Altísimo. Mientras estaba en la tierra bajo tal forma, Él también estaba en el Cielo. ¿Y cómo sabemos que Dios es omnipresente? Hay muchos pasajes de las Escrituras que nos hablan de esta verdad. En particular, viene a la mente Proverbios 15:3, que nos dice que los ojos del Señor están en todo lugar, viendo el bien y el mal. Si eso no es omnipresencia, ¿qué otra cosa lo sería?
Resulta interesante señalar que en las Escrituras bíblicas encontramos la palabra “transfigurado”. Leemos: “Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; y SE TRANSFIGURÓ delante de ellos…” (Mateo 17:1-2).
Los seres angélicos ¿tienen poder para cambiar de forma?
Sí, así es. Creemos lo que la Biblia nos dice en cuanto a que se les dio el poder de la metamorfosis tanto a los seres del bien, como a los del mal. En Hebreos 13:2 leemos: “No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”. Este versículo nos recuerda que podríamos estar en presencia de ángeles e interactuar con ellos sin saberlo. Nos dice que esos ángeles cambian de forma, adoptando la de un humano. El aspecto “natural” de un ángel tiene que ser diferente al de un mero mortal porque cuando se les aparecen a las personas en las Escrituras, en su forma original, causan gran temor. Recordemos además que Satanás, príncipe de los ángeles del mal, tiene poder para cambiar su aspecto, y lo hace para engañar.
Leemos también: “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz” (2 Corintios 11:14). Una vez más, vemos el poder de transformación en algo diferente. Habrá quien argumente que este versículo significa simplemente que Satanás intenta que sus doctrinas pasen por buenas y santas. Pero no. Para eso solo haría falta el poder del engaño, no de la transformación. Observemos que dice que Satanás SE DISFRAZA. No estamos diciendo que no ofrezca doctrinas demoníacas. Este versículo se refiere específicamente a que cambia su aspecto y su forma, disfrazándose. Hay una diferencia. Y más aún, el apóstol Pablo advierte que incluso si un ángel de cielo predica una doctrina diferente a la doctrina de Cristo, hemos de saber que ese ángel es diabólico, no importa cuál sea su aspecto. Por cierto, ha habido apariciones de seres bellos en el cielo, que afirman traer mensajes de Dios.
En cuanto al poder de metamorfosis de los seres angélicos, no hallamos que sea absurdo considerar que los hijos de Dios que menciona Génesis 6:2 sean seres angélicos. Algunos enseñan que son ángeles que pecaron al tomar por esposas a hijas de hombres (mujeres mortales), con quienes tuvieron hijos…y esos hijos fueron gigantes. Es comprensible que se quiera rechazar una idea y posibilidad tan horrenda. Sin embargo, si recordamos la evidencia bíblica del poder de los ángeles, también llamados hijos de Dios, para cambiar de forma y adoptar forma de mortal, no rechazamos automáticamente esa enseñanza. La Biblia nos presenta el hecho de que los ángeles tienen el poder de la metamorfosis, y que específicamente pueden adoptar el aspecto de mortales. Eso significa que pueden adoptar la forma de hombres, casarse con mujeres mortales, y engendrar hijos con esas mujeres.
¿Hay casos modernos de seres extraños que aparecen en la vida de alguien? Sí, los hay. Y luego se probó que esos seres no eran lo que afirmaban ser. El bien o el mal que hicieron nos hace saber que, o bien fueron enviados por Dios para servir, o fueron llamados. La Biblia dice que los santos ángeles son espíritus que ministran. Eso significa que sirven. Que hacen el bien. Son siervos de Dios. Y a veces, sirven en la tierra, adoptando en ocasiones la forma de hombre. “¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?” (Hebreos 1:14). El versículo inmediatamente anterior al 14 nos dice que está hablando de ángeles. ¿Se trata de relatos de la vida real, sobre diabólicos cambios de forma? El episodio El Secreto, de Un Paso al Más Allá, es el relato verídico de la trágica desaparición y probable muerte que siguió a la aparición de un ser cuya forma cambió para mostrarse con aspecto de hombre. Se hizo pasar como médico del asilo de enfermos mentales, para llevar a una mujer a un lugar desconocido del que jamás regresó.
Transmutación y transformación de lo inanimado
El Dios que es Autor del poder de la metamorfosis en cuanto refiere al cambio de forma de un ser para presentar otro aspecto, posee también el poder para transformar a los objetos inanimados. Vemos con claridad este poder cuando Jesús transforma el agua en vino (Juan 2:7-9). Y en el poder de transformar objetos inanimados que leemos en el relato del éxodo de Israel al salir de Egipto, en el libro de Éxodo, capítulos siete al diez. Vemos que la vara de Moisés se transformó en serpiente (Éxodo 7:9). En este caso, hasta vemos que lo inanimado se transforma en animal. Y vemos que el agua del río Nilo se convirtió en sangre (Éxodo 7:14-17).
Es importante que recordemos que los espíritus malignos también tienen poder limitado para afectar a la forma y aspecto de la materia, así como sucede con el poder de la ilusión. Leemos que los hechiceros y magos del faraón también convirtieron varas en serpientes. Pero hay que señalar que la serpiente de Moisés se tragó a las serpientes de los brujos y magos del faraón.
Es real el misterioso poder de la metamorfosis. Puede atemorizarnos el saber que este poder tan grande está, en cierta medida, también en manos de demonios y diablos (ángeles del mal) en el reino de las tinieblas. Pero no olvidemos que Dios es pura luz (1 Juan 1:5). ¿Y qué es lo que se nos recuerda en cuanto a las tinieblas y la luz?
“La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella” (Juan 1:5)
No prevalecieron significa que no vencieron.
Preguntas para el repaso:
1. ¿Cómo se define la metamorfosis?
2. ¿Cuáles son los sinónimos de “metamorfosis”?
3. ¿De dónde proviene el poder de la metamorfosis?
4. ¿Tiene Satanás el poder de la metamorfosis?
5. Enumera tres relatos de metamorfosis en la Biblia
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Traducción al español: Karin F. Handley de HeavenlyManna.net
Based on true events, The Third Man by Angela Sheffield, brings the Bible up close and personal as the characters face real issues of life: Betrayal, deceit, romance, bitterness, anger against God, hopelessness, will power, perplexity, triumph, unforgiveness, mental illness, and the "Alcohol made me do it" excuse. Read chapter one FREE now.
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