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Scripture of The Day - St. John 14:6
Jesus saith unto him, I am the way, the truth, and the life: no man cometh unto the Father, but by me.
Escritura del día - San Juan 14,6
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Bibelstelle des Tages - Johannes 14,6
Jesus spricht zu ihm: Ich bin der Weg und die Wahrheit und das Leben; niemand kommt zum Vater, denn durch mich!
Comentario a Proverbios 20:8-9: El rey que se sienta en el trono de juicio
Este comentario a Proverbios 20:8-9 no solo nos abre los ojos al mensaje del pasaje que nos ocupa en este artículo sino que también comenzamos a aprender a estudiar el libro de los Proverbios en su totalidad.
Leemos: "El rey que se sienta en el trono de juicio, con su mirar disipa todo mal. ¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón; limpio estoy de mi pecado?" (Proverbios 20:8-9)
A primera vista, el pasaje que acabamos de leer no parece tener sentido. Tampoco parece ser cierto. ¿Por qué? Porque bien sabemos que siempre ha habido reyes muy malos. Monstruos. ¿Cómo es posible que "disipe todo mal" el rey que es malo? Bueno, en primer lugar, cuando estudiamos el libro de Proverbios, es imprescindible que tengamos en mente una verdad muy importante: Con frecuencia los Proverbios entrelazan dos tipos de verdades: Una verdad que aplica a lo natural y otra que aplica a lo espiritual...combinadas en una sola. También sus enseñanzas con frecuencia abarcan dos realidades: Una describe cómo es una determinada situación en el reino de Dios. La otra describe cómo es la misma situación en el reino de Satanás. Tal es el caso de este pasaje de los Proverbios. Veámoslo por partes.
El rey que se sienta en el trono de juicio...
Al leer: "El rey que se sienta en el trono de juicio...", sabemos que el autor se refiere a cuando el rey dictamina...porque en este pasaje está en su trono de juicio. El rey que está sentado en el trono tiene autoridad para dictaminar. Y el rey juzga según su propia justicia, o sea, su parecer. O bien juzga según la justicia de Dios. La justicia de los hombres no es la justicia de Dios (Romanos 10:3). Por eso los reyes a menudo llaman malo a lo que es bueno en los ojos de Dios. Y llaman bueno a lo que es malo en los ojos de Dios. Así es que si "el rey que se sienta en el trono de juicio" se somete a la justicia de Dios, dictamina bien. De no ser así, dictamina mal. Y siempre y cuando el rey tenga su propia justica, puede hacer lo malo en los ojos de Dios, y llamarlo bueno. Y lo bueno de Dios es lo malo para él. Por eso muchos reyes han mandado matar a los siervos de Dios por anunciar el evangelio. Y en sus ojos hicieron lo bueno. De ahí "con su mirar disipa todo mal". El mal en su opinión.
Ahora bien, el Rey de reyes, el Hijo de Dios, también se sienta en Su trono de juicio, y de Él leemos: "El Padre a nadie jugza, sino que todo el juicio dio al Hijo" (San Juan 5:22). Es decir, el Rey justo, Jesús, Hijo de Dios también "con su mirar disipa todo mal". Por eso leemos en el mismo pasaje: "¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón; limpio estoy de mi pecado?"
Jesús juzgará a todos según Su justicia. Y quienquiera que no tenga Su justicia será condenado al castigo y a la muerte. San Juan 5:29 dice: "Los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación". Esto es "disipar todo mal" en el caso de Jesús el Rey de la justicia. No olvidemos que en el caso de Jesús estamos hablando de "lo bueno" y "lo malo" según la justicia de Dios, es decir, según lo bueno y lo malo en Sus ojos, no en los ojos de los hombres. Por eso leemos en el pasaje de Proverbios 20:8-9: "¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón; limpio estoy de mi pecado?"
La razón por la cual nadie puede lavarse de su pecado es porque para Dios no tenemos justicia. La única y verdadera justicia que podemos tener es la de Dios. ¿Como hacemos para tener la justicia de Dios? Nos sometemos a Él, a Sus caminos. Leemos: "Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra."
Resumen del comentario a Proverbios 20:8-9
1. "El rey que se sienta en el trono de juicio" se refiere tanto al rey malo en el reino de Satanás como al buen Rey de reyes en el reino de Dios. Pues, los dos se sientan en sus tronos.
2. "Con su mirar disipa todo mal" se refiere a que tanto el rey malo como el Rey Jesús juzgan según su "punto de vista", o sea, lo bueno y lo malo en sus ojos, lo cual es su justicia. Los reyes que tienen su propia justicia son malos. Y pueden mandar matar a los siervos de Dios como muchos lo han hecho a lo largo de la historia. Para ellos, esto es "disipar todo mal." Por otra parte, la justicia de Dios la tiene Jesús que tiene poder para matar el cuerpo y castigar y matar el alma tanto en este mundo como en el más allá...la eternidad. Esto también es "disipar el mal".
3. El versículo nueve se refiere únicamente al Rey Jesús, porque dice: "¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón; limpio estoy de mi pecado?" No hace falta tener un corazón limpio para estar bien con los hombres, es decir, para estar bien en el plano natural. Sin embargo, es imposible agradar a Dios sin que estemos limpios de corazón, es decir, estar limpios en el plano espiritual.
Proverbios 20:8-9 es uno de los muchos pasajes del libro de los Proverbios que se refieren a que tanto los reyes de la tierra como el Rey eterno (espiritual) se sientan en sus tronos, y juzgan según su justicia...o la de los hombres, o la de Dios.
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