First Page - Now launched! All the stories are true, or based on real events. Unlimited reading for $4.99 / month. No downloads. Read on your phone, tablet or computer.
First Page - ¡Ya está en marcha! Todas las historias son verídicas, o están basadas en hechos reales. Lectura ilimitada por $4.99 / mes. No hay que descargar nada. Lea en su teléfono, tableta u ordenador.
Estudio bíblico que nos hace abrir los ojos en menos de cinco minutos! Acceda a todos los episodios aquí.
Augenöffnendes Bibelstudium in weniger als fünf Minuten! Alle Episoden finden Sie hier.
The Third Man by Angela Sheffield is based on a true story. Read chapter one now!
Lo que leemos en la Biblia tiene que ver con todos los seres humanos, sean cristianos o judíos, ateos o agnósticos, budistas, musulmanes o adherentes a alguna de las filosofías o nuevas religiones que surgen en el mundo. ¿Por qué? Ver mayor información sobre este interesante libro.
Jesus saith unto him, I am the way, the truth, and the life: no man cometh unto the Father, but by me.
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Jesus spricht zu ihm: Ich bin der Weg und die Wahrheit und das Leben; niemand kommt zum Vater, denn durch mich!
En san Juan 8:29 Jesús dice: "...no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada".
Y en 2 Corintios 5:21 leemos que Cristo no conocía el pecado.
Además, el apóstol Pedro nos dice que Jesús es el Cordero de Dios, “cordero sin mancha y sin contaminación” (1 Pedro 1:19).
Todo lo expuesto arriba se traduce nada menos que en perfección. ¿Por qué nos dice entonces la Biblia misma que Jesús aprendió obediencia y que fue perfeccionado?
Leemos lo siguiente: “Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen” (Hebreos 5:8-9).
Nos equivocamos al pensar que “aprendió la obediencia” significa que antes Cristo era desobediente y que la obediencia fue algo que tuvo que aprender a lo largo de un proceso. También nos equivocamos al pensar que “perfeccionado” implica que antes Cristo era imperfecto. En las Escrituras bíblicas, el significado de “aprender” NO SE LIMITA a obtener conocimiento o habilidad. A menudo las Escrituras utilizan “aprender” en referencia a las acciones. Es decir que podemos encontrar que “aprender” significa “actuar, hacer” y lo mismo sucede con la conjugación en pasado “aprendió”, que equivale a “actuó, hizo”.
Veamos ejemplos reales de este uso de “aprender” en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento. Veremos entonces el significado verdadero de “hacer” tal como aparece en el pasaje que indica “aprendió la obediencia”.
Proverbios 22:24-25 dice: “No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de enojos, no sea que aprendas sus maneras, y tomes lazo para tu alma”.
Es obvio que “aprendas” en este pasaje de las Escrituras no refiere a que se adquiera el conocimiento de las malas maneras del iracundo. Ya conocemos lo que hacen los iracundos cuando están enojados y furiosos. Hacen lo que desagrada a Dios. Y ¿cuándo ha castigado Dios en las Escrituras a alguien simplemente por aprender sobre las cosas terribles que hacen los malvados? Tanto los santos como los pecadores no pueden sino enterarse de las cosas que hacen los iracundos, los de enojo y los malvados. Porque a menudo son víctimas de ellos. Así que “no sea que aprendas” claramente NO se utiliza en el sentido de adquirir conocimiento de las cosas que hace el iracundo y el de enojo, sino que más bien refiere a HACER lo que hacen esas personas. “no sea que aprendas sus maneras y tomes lazo para tu alma” significa claramente “para que NO HAGAS lo que hace él y tu alma caiga en la trampa”.
Otro ejemplo de “aprender” utilizado en el sentido de “hacer” aparece en Jeremías 10:2, que dice: “no aprendáis el camino de las naciones”. Para este momento en las Escrituras el pueblo de Dios ya sabía qué pecados y cosas abominables cometían las naciones paganas. Vivieron durante siglos en Egipto donde se practicaba el ocultismo con asiduidad. Y en la tierra prometida hallaron naciones paganas. Se enfrentaron con paganos en distintas guerras. Es obvio que “no aprendáis” no significa conocer lo que hacían las naciones paganas. Más bien, significa “no hagan” lo que hacen los pagamos.
Ahora tomemos un par de pasajes del Nuevo Testamento en los que “aprender” es sinónimo de “hacer”. Leemos lo siguiente: “Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan estos primero a ser piadosos para con su propia familia...” (1 Timoteo 5:4).
Los hijos no necesitan aprender intelectualmente lo que es correcto con respecto a sus padres. Necesitan HACERLO. Así, “aprender” de nuevo aparece utilizado como “hacer”.
Este pasaje de las Escrituras nos recuerda que a los ojos de Dios es bueno que los hijos devuelvan el bien a sus padres ayudándoles en tiempos de necesidad. Eso no es algo que tengamos que aprender en el sentido de saber lo que significa. Ya sabemos eso. Cuando las Escrituras dicen “aprendan estos primero a ser piadosos para con su propia familia” es obvio que refiere a que HAGAN lo correcto para con sus padres.
Este uso de “aprender” no se limita a la Biblia. A menudo oímos cosas como: “Hasta tanto aprendas a comportarte bien, has de quedar fuera”. No es que la persona tenga que aprender intelectualmente lo que es el buen comportamiento. Ya sabe lo que es comportarse bien. Simplemente tiene que HACERLO.
Entonces, cuando leemos: “Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia” tenemos que saber que está diciendo que aunque Él (Cristo) era Hijo, ERA obediente. HACÍA lo que es la obediencia. El pasaje de Hebreos destaca que aprendió (hizo) obediencia “por lo que padeció”. Recordemos que Cristo NO FUE OBLIGADO a sufrir por nosotros. Sin embargo, aprendió obediencia (fue obediente) incluso en lo que padeció...padecimiento que no estaba obligado a soportar.
Cristo nos recuerda esta verdad en san Juan 10:17-18, donde dice: “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar”.
Y cuando fueron a arrestar a Jesús, no podrían habérselo llevado si Él no hubiese estado dispuesto a ir con ellos. Cristo dijo: “¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?” (Mateo 26:53).
También leemos: “...y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación...” (Hebreos 5:9). Algunas versiones lo expresan así: “habiendo sido hecho perfecto” (Ej.: LBLA).
La pregunta era: ¿cómo podría haber sido perfeccionado o hecho perfecto Jesús, si ya era perfecto? De nuevo, no preguntaríamos esto si supiésemos que en la Biblia el verbo “hacer” se utiliza como “considerar”. Vemos en las Escrituras que aparece como sinónimo de “considerar”. Veremos algunos ejemplos:
“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldició...” (Gálatas 3:13).
Con apenas un entendimiento básico de la Biblia sabemos que Cristo es el Cordero de Dios sin mancha que bendice con la salvación a todos los que Le reciben como Señor. ¿Cómo podría una maldición bendecir a alguien? Cuando las Escrituras dicen que fue “hecho por nosotros maldición”, se está refiriendo al hecho de que se le CONSIDERÓ maldición en Su obra de redención por nosotros. Al decir “hecho por nosotros maldición” no indica que antes era bendecido y luego fue hecho maldición. No. Significa que fue considerado maldición. Él, en lugar de nosotros. Del mismo modo, cuando Hebreos 5:9 dice que fue perfeccionado, significa exactamente que fue considerado perfecto. El Padre Le consideró perfecto. Y lo que Dios considere en Su mente es verdad. Jesús era perfecto porque fue “hecho perfecto” (considerado perfecto). El perfecto Jesús también fue hecho (considerado) maldición porque es eso lo que requería el Padre para liberarnos de la maldición. Y solamente un ser perfecto podía hacer eso. Jesús no era maldición, sino que tuvo que ser CONSIDERADO como maldición (hecho maldición por nosotros) para liberarnos a nosotros.
No se trata de una conclusión a la que llegamos. Lo revelan las Escrituras, que además dicen que Jesús fue HECHO pecado. No es que fuera literalmente pecado, sino que debió ser CONSIDERADO pecado para cargar con nuestros pecados. Por eso: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado” (2 Corintios 5:21).
La Biblia nos dice con claridad que Cristo “no conoció pecado”. Eso significa que jamás pecó. Él no era pecado, y las Escrituras nos dicen que fue “hecho pecado”. En conclusión: el Padre Le consideró pecado para nuestra salvación.
Se pueden evitar muchos errores de interpretación de la Biblia si se mantiene la actitud correcta para con Dios, entendiendo cada palabra como lo hemos hecho en este caso con “aprender” y “hacer”.
Traducción al español: Karin F. Handley
Based on true events, The Third Man by Angela Sheffield, brings the Bible up close and personal as the characters face real issues of life: Betrayal, deceit, romance, bitterness, anger against God, hopelessness, will power, perplexity, triumph, unforgiveness, mental illness, and the "Alcohol made me do it" excuse. Read chapter one FREE now.
Este sitio web y su contenido tienen derechos de autor a nombre de Heavenly Manna - @ Heavenly Manna (HeavenlyManna.net) 2002-2016.